¡Buenos días! Hoy os traemos una nueva forma de aplicar un juego de mesa que, tanto por su potencial en el aula como por lo bonito que es y lo bien hecho que está, creemos que debería estar en todas las aulas: Kodama.
El juego Kodama ya lo presentamos en una entrada anterior, con una propuesta didáctica en la cual mezclábamos la expresión oral en castellano con la agudeza visual, el cálculo mental y las matemáticas en general. Lo bueno de este juego es que incluye una serie de elementos que hace que su potencial sea muy versátil (otra vez, la estética es una parte muy importante a la hora de diseñar un juego, sobre todo si el objetivo es llegar a los más pequeños).
Hace un par de semanas, realizamos una experiencia en el aula mezclando la expresión oral en inglés, el degradado con témperas y los juegos de mesa (lo podéis leer aquí), en el cual utilizamos tres de nuestros juegos favoritos: Kanagawa, When I dream y Kodama.
Antes de seguir, os recordamos que podéis ver los componentes del juego, las reglas, las mecánicas y los objetivos del mismo en este vídeo.
Ahora bien, ¿cómo lo hemos adaptado esta vez en el aula?
El objetivo era fomentar la creatividad, a la vez que trabajar la expresión oral de los alumnos.
Lo primero que hicimos fue tomar un grupo de 8 jugadores, divididos en parejas. Cada uno de los equipos contaba con una plantilla guía como la que se ve a continuación, con el fin de guiarse a través del juego.
Al no añadirle casi color, ni ningún dibujo, los alumnos iban completando la información con dibujos (trabajando la comprensión escrita, conociendo nuevas palabras y completando aquellas partes que no entendían a través del aprendizaje social: lo que no sabía uno se lo explicaba el de al lado)
Una vez entendido cómo se jugaba, cada una de las parejas cogieron uno de los troncos del árbol y comenzaron a construir su propio árbol, por turnos, hasta completar cinco ramas. En cada uno de los turnos, y al añadir una nueva rama, cada una de las parejas se encargaba de enumerar los nuevos elementos que iban añadiendo a su creación:
"My tree now has three new worms, and two new flowers"
Una vez terminada la construcción del hogar de los Kodamas, los componentes de la pareja enumeraron todos los elementos de su árbol, desde el tronco hasta el final de cada rama.
Con el árbol construido y con un Kodama elegido (para acompañar la casa), las chicas y chicos de la clase se pusieron manos a la obra. Tomaron su lienzo previamente pintado y se pusieron a plasmar el árbol que habían creado a través de los Kodama, incluyendo los elementos y el propio espíritu del bosque en el mismo.
Es aquí donde la creatividad empezó a aflorar entre los alumnos: cada uno creaba su versión del árbol, e incluso añadían elementos nuevos al mismo.
Hay que decir que, incluir un elemento nuevo para ellos como es un juego de mesa en una asignatura como puede ser Arts, hizo que los alumnos enfocaran la situación desde otra perspectiva. Estaban concentrados y buscaban siempre plasmar la creación que habían hecho con la mayor precisión posible, pero siempre añadiendo su toque personal.
Y hasta aquí la experiencia, espero que os haya gustado.
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